06 junio 2022

SEGUNDA CRÓNICA: "La Vis Cómica"

 Taller de Expresión 1 - Cátedra Reale - Comisión 56


LA VIS CÓMICA


  Fuimos al teatro, el mismo que la semana anterior nos había negado la entrada por llegar unos pocos minutos tarde. Obstinados volvimos y esta vez no iba a sucedernos lo mismo, así que acordamos encontrarnos en la puerta del lugar, bien puntuales. Las entradas nos habían salido gratis, llegaron de arriba, cortesía de un ex novio de mi acompañante.

 El edificio es prolijo pero casi que se pierde entre el gris cemento de la cuadra, si uno no está muy atento. Sería de esperar una marquesina grande y pomposa que anuncie el nombre del teatro y la función del momento, pero el recinto solo advierte "Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo" en letras azules. No hay muchos indicios de que aquí se geste algún tipo de arte. Los molinetes de acceso marcan cierta distancia y a la izquierda una ventanita a la calle da la sensación de boletería. En la vereda, pegado al bicicletero, hay un cartel, de fondo negro y poco llamativo, donde se puede leer el nombre del lugar y la cartelera y al fin uno puede comenzar a adentrarse en la experiencia teatral. 

 Ya pasaron unos minutos del horario de entrada y miro el celular una y otra vez a la espera de alguna señal de mi amiga, me tranquiliza estar acompañado por otras personas que también esperan. Antes de los diez minutos de retardo llega corriendo con las entradas en la mano. Los molinetes están abiertos, nos apresuramos a entrar, a la izquierda una escalera y delante de ella un empleado al que le mostramos los tickets a cambio de instrucciones: "abajo a la derecha, barbijos bien puestos, no ingresar a la sala sin previa autorización". El trato es frío y contrasta con la supuesta progresía del lugar, evidentemente en el "Caras y Caretas" hay más caretas que caras. La puerta de entrada a la sala se camufla en la pared que esta toda cubierta con tapas de la revista homónima que publican; hacemos fila para el ingreso casi rodeados por imágenes de celebridades y titulares polémicos.

 Por fin estamos frente a un escenario, dos señoras de tercera edad habían ocupado nuestras butacas por error del acomodador, así que esperamos en el pasillo alfombrado. Una vez sentados nos asombramos, con cierta indignación, por que han pasado más de veinte minutos del horario establecido y sigue entrando gente... vaya a saber que farsa nos comimos la semana anterior. Hago tiempo, mientras el clima se termina de montar, y leo el folleto de la obra a degustar: "La Vis Cómica" de Mauricio Kartun, autor que desconozco pero apellido que me resulta familiar. Pienso en todos los nombres que figuran al dorso y el fruto de su arduo laburo que culmina acá: en un teatro, lleno de espectadores al aguardo de un momento ameno que los haga reír y, en una de esas, también reflexionar.

 Las luces se comienzan a atenuar y una conocida voz en off da cuenta de los avisos parroquiales, señal de que va a comenzar la función. No hay telón, el escenario esta vestido con unas pocas telas y un baúl, las luces, el sonido y la imaginación serán quienes den vida al contexto. Inspirada en el icónico Quijote de Cervantes, la obra trata sobre una decadente compañía teatral que desembarca en la Buenos Aires virreinal y las peripecias que se les presentan al intentar vivir de su profesión. El elenco es de renombre -para quienes tienen alguna idea de teatro- y los actores son todos sub-setenta. Los vestuarios son alucinantes, todo muy colonial. Un narrador, de voz gruesa, va marcando el ritmo y los cinco actos que componen la obra. Con rimas y gran elocuencia los personajes desarrollan los acontecimientos, hilvanando ironía con franqueza, hechos históricos con ficcionales y chistes básicos con la gracia de su simpleza.

 Al finalizar, nuestras manos se deshacen en aplausos y, uno a uno, la gente del público se comienza a poner de pie. Ahora la fila es para salir y mi vejiga ansiosa, después de hora y media sentado, no ve la hora de visitar un baño. 

 

 

Tomás Avalis





No hay comentarios:

Publicar un comentario

MI PRIMER ENSAYO: "Inquietudes de un maricón #1"

      Taller de Expresión 1 - Cátedra Reale - Comisión 56