19 abril 2022

PRIMER VARIANTE DEL CUENTO FANTÁSTICO: "Parálisis"

   Taller de Expresión 1 - Cátedra Reale - Comisión 56

 

 PARÁLISIS

 

  Camino por la calle final del pueblo, a la derecha el alumbrado publico que adorna las cuadras y a la izquierda una luna inmensa ilumina de blanco los cuadros de los campos. De fondo se escuchan los ladridos de los perros que custodian las casas de sus amos y algún mugido perdido del ganado que pastorea. Faltan muchas calles, acelero el paso y poco a poco voy dejando atrás el resplandor naranja para quedarme solo con la luna como linterna. Es verano, la noche esta fresca y mi ansiedad por llegar a casa se desvanece para disfrutar de la caminata. De repente veo un destello en el cielo y, antes de poder asimilarlo, escucho un ruido en los pastizales que cubren la banquina… ¿estaré por ser parte de un suceso terrorífico? ¿aparecerá algo o alguien de la oscuridad para lastimarme? ¿y el destello de luz? Me repito a mi mismo que la ciencia ficción no tiene lugar en la vida real, aunque en el fondo anhelo que algo mágico suceda. El ruido es más claro, mi corazón se acelera, me sudan las manos... no es un ruido, es una voz, irreconocible pero pacífica. Me llama y se aleja y a medida que lo hace la voy siguiendo. De pronto, en medio del cuadro, un caldén se ilumina al tiempo que el llamado se intensifica. Mi curiosidad es tan grande que ni si quiera me lo planteo cuando ya estoy adentrado en el campo, caminando hacia la luz, como si solo yo pudiera verla. En un parpadeo todo se vuelve blanco, siento mi corazón subir como si estuviera en una montaña rusa y quiero agarrar mi celular para registrar lo que estoy viviendo. No llego a  meter mi mano en el bolsillo cuando quedo paralizado. 

 Ahora estoy inmovilizado pero puedo verlo todo: ya no estoy en el campo, ni siquiera en el pueblo y, por lo que deduzco, ni siquiera en la Tierra. Vislumbro dos siluetas que vienen hacia mi y mi cuerpo rígido solo desea huir. Dos extraterrestres: son verdes -que original pienso, Hollywood tenia razón- altos, de ojos grandes y cabezones, por supuesto. Me sorprende que no sean agresivos y que hablan mi idioma. Me dicen que no tema, que están haciendo trabajo de campo y que cuando termine el escaneo automáticamente terminara la parálisis.  Al cabo de unos instantes recupero la movilidad y pienso en todo lo que les quiero preguntar. Conversamos durante eones mientras me llevan de regreso a casa y soy beneficiario de un tour por el platillo volador. Atravesamos galaxias enteras y quedo obnubilado por las asombrosas vistas que nos regala el espacio al tiempo que siento toda la historia del Universo entrar en mi.

 Una vez en de vuelta en la Tierra no estuve fuera más que un par de horas. Me siento en la cama, entro a Twitter, abro hilo.


Fin.

 

Tomás Avalis

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