07 abril 2022

CUENTO FANTÁSTICO A PARTIR DE UN SUEÑO: "Parálisis"

  Taller de Expresión 1 - Cátedra Reale - Comisión 56

 

 PARÁLISIS

 

 Camino por la calle principal del pueblo, las luces parpadean casi al ritmo de mis pasos, de fondo: ladridos perdidos de perros callejeros y el crujido de las hojas secas que tiró el otoño. Hace frío, acelero el paso y solo pienso en llegar a casa y acercar mis manos al calor del calefactor, pienso en todas las películas de terror que vi y en las similitudes que encuentro entre ellas y el camino que transito. Escucho un ruido, casi imperceptible… ¿estaré por ser parte de un suceso terrorífico? ¿aparecerá algo o alguien de la oscuridad para lastimarme? ¿estoy siendo muy paranoico? Me repito a mí mismo que la ciencia ficción no tiene lugar en la vida real pero inmediatamente otro pensamiento me llega: la vida real es mucho peor, solo hace falta ver el noticiero. Estoy llegando a una esquina, a pocos metros: mi casa... De repente, el ruido se hace más cercano, mi corazón se acelera, me sudan las manos aunque estamos a menos de cinco grados, mi aliento se condensa empañando mis anteojos y me niego a girar la cabeza... pero es más fuerte que yo, como si la curiosidad fuera más grande que mi temor. Me doy vuelta y tan solo es el diariero que salió en su bicicleta a ganarse el pan.

 Llego a casa, al fin, todos duermen, me regocijo ante la calidez del hogar y me dispongo a dormir acurrucado y sin despertador. Acostado y tapado hasta la cabeza me río de mí y el temor que me causó caminar esas cuadras en medio de la  noche. Mis ojos comienzan a cerrarse aunque una de mis piernas sigue en movimiento, como si el cuerpo quisiera generar más calor o como si algunas ansiedades se escaparan por ahí. 

 Todo se vuelve negro, debo estar dormido... ¿pero por qué sigo estando consciente? Pienso en qué hora será y quiero agarrar mi celular que está cargando en la mesita de luz, me decido a moverme, a riesgo de arruinar la posición tan deseada, pero no puedo, es imposible, hago fuerza pero ninguna de mis extremidades responde. Me desespero, quiero gritar para que mis padres me auxilien pero no hay caso. Pasan por mi cabeza mil teorías posibles, ninguna racional, y vuelve a mí la sensación de estar solo en la calle oscura. Estoy asustado, mi cuerpo tenso e inmovilizado, hasta que por fin mis ojos logran abrirse y vislumbro siluetas en la oscuridad, algo así como cuando mirás directo al sol y aparecen manchas en el campo visual. Ahora mi brazo derecho hace el anhelado movimiento, mi mano va directo al celular cuando siento algo al tacto: una cabeza llena de pelos que recorro con mi mano casi por instinto, tiene el cabello largo y una cola... tiro de ella violentamente ante la desesperación y se abalanza sobre mí un cuerpo entero que estaba agazapado al costado de la cama. Me pega, me rasguña y me tira al suelo... me arrastro como puedo en busca de ayuda y de repente, como por arte de magia, ya no estoy paralizado... Mejor aún, estoy en mi cama, solo, en silencio y algunos destellos del amanecer asoman entre las rendijas de la persiana; ahora quiero dormir.

 Pasado el mediodía me levanto, voy al baño, me cepillo los dientes, hago pis, miro mis brazos... ¿de dónde salieron esos rasguños?

 

Fin.

 

Tomás Avalis

PRESENTACIÓN.

 Taller de Expresión 1 - Cátedra Reale - Comisión 56

MI PRIMER ENSAYO: "Inquietudes de un maricón #1"

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